Movilizar a las comunidades para la prevención del VIH

Las estrategias de los movimientos sociales para lograr la implicación y movilizar a las comunidades se han demostrado efectivas para reducir la transmisión del VIH. Las intervenciones comunitarias han hecho importantes avances en la prevención del VIH, por ejemplo:

• disminuir la discriminación contra las personas con VIH positivo;
• aumentar los niveles de realización de pruebas del VIH y de asesoramiento entre los adultos jóvenes;
• mejorar el acceso a los programas y la calidad de los servicios;
• lograr que se sigan tratamientos antirretrovirales para prevenir la transmisión a parejas no infectadas.

La implicación y la movilización de las comunidades (incluidos miembros de grupos de interés y organizaciones de la sociedad civil) ha sido fundamental a la hora de emprender acciones colectivas para prevenir la transmisión del VIH. Para ser efectivas, las comunidades tienen que entender la necesidad de estos tres componentes:

1. empoderamiento a través de elementos como el liderazgo, los recursos, la gestión de programas y el apoyo de socios externos
2. desarrollo de una identidad colectiva o compartida como comunidad
3. capacidad en materia de promoción de la salud, incluido el desarrollo de conocimientos y aptitudes, recursos disponibles, compromiso cívico, valores para el cambio y una cultura de aprendizaje